Desde el borde más alto de mi sombra te llamo, ciego de
oscuridad te llamo
Siento mis pies acariciando el gélido susurro de la nada, de
la piedra al borde
la esfinge soy, una historia del barquero negro que llevó tu
alma al otro lado del río
una sola cosa quiero decir, busco en el cielo la palabra, el
bálsamo, la caricia merecida
Sangra cada uno de mis poros en el dolor de no hallar, no
hallar, no hallar
Si de los dioses vengo ¿Por qué no hay un dios capaz de
asistirme?
me rebanaría entero o desde las rodillas hasta esta lágrima
para ser escuchado
Hasta este agujero que devora todo en torno a ti
Que me trae todo
a donde todo llega menos tú
todo menos tú
todo menos tú.
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