sábado, 8 de febrero de 2014

¿Te acuerdas esa noche que nos fuimos por el bosque a la piscina, con porrito y vino? Yo lo recuerdo como si fuera ayer, como si esta fuera esa noche en la que me estoy imaginando que el mundo tiene sentido solo si la historia continúa y al los pocos minutos termina. Sin apenas haber comenzado... se necesita más, somos seres humanos, nos determina el exceso nena, hoy también quisiera de tu mano, de tu boca, de tu ritmo bailando sobre las mesas, ahí donde me atreva a cantar...

Hay una rata en mi habitación, ¿leíste Metamorfosis?, si la rata se convirtiera una mañana en un ser humano, cuánto horror habría en sus ojos, ¿no crees?. Nunca he sabido escribir cartas pero me gusta, siempre que lo intento se me ocurren cosas curiosas que veo llegar con asombro. Yo te besé esa noche, medio ebrio, tres kilómetros más que tu, te quedaste en silencio con cara de acontecimiento, con cara de ver ovnis, tan chusca que te ves, aquí, allá y en todas partes... Que tengas un buen viaje nena, fue un placer extraño pretender que estas cerca. ¿Cerca de qué? te preguntarás, pues de todo, de parecer nubes que se las lleva el viento...

Y regresa, no te olvides, o invítame a cualquier lugar cualquier día, ya sabes, yo te acompaño, soy un poco menos alborotado y resistente, pero tengo experiencia en andar por aquí y por allá, en revolotear detrás de la felicidad en algún inusitado momento, en esos lugares inusuales, escasos en este valle de lágrimas.... con compañías así de relucientes, ¡que dicha!, que nadie venga a las parrandas, que nadie, nadie llame, ni murmuren pendejadas sobre lo correcto o lo incorrecto, esta es una vida, la única que recordaremos hasta el último día, luego a ver qué nos toca, en qué mosco reencarnaremos nena... prendí un sándalo, es mi aroma favorito, el humo espanta a los mosquitos, pobres son tan frágiles...

A estas horas, después de un día así de fatal como hoy, no tengo mucho que decirte, excepto que deseo que no te prives nunca de algo que desees, en especial si ocurre en mi presencia, no te prives y si es posible implícame, me gusta sentir cuando ocurren las cosas extraordinarias. Cómo decirte... que sea un conjuro, que la noche lo ampare y lo lleve volando en el tiempo hasta que florezca para ofender la mediocridad ambiente y que sean radiantes las sonrisas en ese fantástico momento.

Y que tu mirada siempre revele secretos (esa me la sopló la tele, por oposición...) como esa noche en que me di cuenta de todo, mientras corríamos por cualquier calle, a media llovizna, con poca luz y sobretodo nadie alrededor. Me pregunto qué estarás haciendo ahorita (no cuando me lees sino cuando te escribo, viernes 12:49 pm) me da envidia del público y saber que no figura mi cara mal metida entre la gente, para ver esa magia que tejes hoy. Es una sensación frecuente estos días, me desconcierta y me gusta. Haz con mi ausencia lo que bien te venga en gana, que yo en la tuya sé como manejarme.

¿Crees que es posible sentir nostalgia por algo que no existió, existe o existirá? Hay ua pelicula de Tarkovzky, se llama Nostalghia, me mata esa peli, me mata la nostalgia. Creo que ya basta por ahora, despues de ti, seguiré.

Far away, so close...

Carlos.

ADVERTENCIA

El contenido de este blog se ve completo y mejor, Usando MOZILLA FIREFOX o cualquier otro navegador distinto a INTERNET EXPLOTER, que es una mierda.