Y si, hace un año y ocho días emprendímos mis yo y yo, esta importante tarea de elaborar testimonios precarios para mantener un ego frágil pendiendo de este hilo dudoso en medio de tantas brisas. Sigo vivo, esa es la gran victoria o quizá la gran derrota, pero eso debe significar algo en todo caso. No se si es la senda correcta esta que sigo, no se si estoy demasiado perdido, pero creo que no se puede parar, más que para recordar ocasionalmente que esta vida es inutil. Amén señor. A ver cuánto nos dura.
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